
Una conversión puede ser cualquier acción considerada como valiosa para la empresa. Es decir, cualquier objetivo que tenga la empresa y sea conseguido.
Si como hemos dicho, una conversión puede ser cualquier acción beneficiosa para la empresa, esto quiere decir que hay un abanico muy amplio de conversiones, ¿no? ¡Veamos algunas de ellas!
Sí, siempre. Este grado de conversión, o dicho de otra manera, retorno de conversión (ROI), es lo que nos va a indicar el valor generado por las acciones de marketing que está realizando la empresa, por tanto sabremos si están siendo o no rentables.
[bctt tweet=»Si quieres saber el valor que generan tus acciones de #Marketing ¡Consúltalo con el #ROI!»]
El cliente tiene un camino, una experiencia de usuario en tu sitio, antes de realizar la conversión. Estos pasos que realiza el cliente se deben analizar para comprobar cuántos usuarios se quedan en el camino, cuántos no llegan a convertir y por qué.
Esto nos ayudará a tratar el problema directamente de manera más fácil, ya que podremos saber dónde se ha quedado el cliente y qué es lo que le ha hecho no seguir adelante. Todo este camino que recorre el usuario desde que nos encuentra hasta que realiza la conversión, se llama embudo de conversión o funnel.
Para mejorar la conversión, analizaremos en qué punto se suelen quedar los clientes e intentaremos mejorarlo. Una de las opciones para ello es hacer test AB creando CTA nuevos y comprobando cuál obtiene mejores resultados.
Puedes hacerlo únicamente dentro de tu sitio web, pero nosotros te aconsejamos que no te conformes con eso y vayas un paso más allá. Que además de usar tu web, uses otra muy buena manera de conseguir clientes a través de una página única cuyo objetivo será ese, convertir. Estamos hablando de las Landing page.
Hay muchas maneras de conseguir clientes o de cumplir tus objetivos, sean cuales sean. ¿A qué estás esperando?
¡Comienza a convertir tus acciones!