Un plan de comunicación es una secuencia pautada de acciones donde se plasma qué se va a hacer, cuándo y cómo para que un negocio se comunique con su público de forma eficaz a partir de los objetivos definidos que se pretenden alcanzar.
Existen dos tipos:
- Interno: dirigido a empleados. Se trata de establecer un flujo de información y conocimiento para los trabajadores con el objetivo de generar y mantener un buen ambiente laboral, optimizando la relación empresa – empleado. Favorece indirectamente la consecución de objetivos de la comunicación externa al convertir a los empleados en embajadores de marca.
- Externo: dirigido al público que conforma su cliente ideal. Su misión es potenciar la imagen de la marca. Se divide en online y offline, según sean en Internet o mundo físico.
Utilidad e importancia
Un plan de comunicación unifica tanto la voz como el tono del mensaje de marca, alineando valores y objetivos. Además, permite ordenar y unificar sus recursos para optimizar su rendimiento.
Cómo elaborarlo:
- Contexto: es esencial comenzar por realizar un análisis DAFO y CAME tanto interno como externo de la empresa a fin de detectar debilidades y fortalezas internas, amenazas y oportunidades externas y las acciones estratégicas correspondientes para afrontar cada una de ellas.
- Definición de los objetivos: es primordial trabajar con objetivos SMART: lo más específicos posibles, medibles, alcanzables, orientados a resultados y limitados en el tiempo para definir qué hay que hacer y cómo hay que hacerlo en cada momento del tiempo a fin de alcanzar objetivos.
- Público objetivo: definir con absoluta nitidez quién es nuestro cliente ideal a partir de sus datos psicográficos sacando una lista de al menos 20 puntos (de cada concepto) de cuáles son sus dolores, dudas, deseos, objeciones, miedos, obstáculos y mitos.
- Diferenciación y mensaje: ¿Qué hace diferente a la marca del resto del mundo? Todo el mensaje de marca se debe construir en torno a esa diferencia porque es lo que le permite destacar en el mercado y hacer que los clientes quieran a esa marca antes que a otras. Así logramos transmitir un mensaje definido en concepto, tono, voz y alineado con lo que desea nuestro cliente ideal.
- Recursos y presupuesto: es fundamental conocer cuáles son las partidas presupuestarias destinadas a determinadas acciones de marca para mantener el equilibrio y el desarrollo sostenible y la prosperidad de la marca.
- Canales de comunicación: online y offline. ¿Cuáles interesa más escoger de acuerdo a las características de la marca? Radio, prensa, vallas publicitarias, eventos… Web, blog, redes sociales, newsletters… Escoge qué encaja con tu negocio de acuerdo a tu estrategia de marca.
- Plan de acción: cómo vamos a trabajar los canales escogidos para desarrollar la estrategia de comunicación de marca que nos conduzca a la consecución de los objetivos pautados. Qué publicaciones vamos a hacer, con qué frecuencia, si vamos a hacer publicidad, lanzamientos…
- Calendario de acciones: qué se va a hacer y en qué fecha.
- Evaluación de resultados: análisis de las métricas recogidas para detectar qué posibles mejoras se pueden implementar de cara a futuras nuevas acciones alineadas con la estrategia de marca.