Hoy queremos hablarte de una técnica con la que puedes conseguir conectar emocionalmente con tus usuarios a través de un mensaje. Hoy queremos hablarte del Storytelling. ¿Te suena? Pues ha estado con nosotros todo el tiempo, ya que es una técnica que lleva usándose durante muchos años en marketing tradicional. ¡Vamos a verlo! 🙂
¿Qué significa Storytelling?
‘Storytelling’, literalmente, significa contar historias. En realidad, las traducciones literales pocas veces funcionan, por lo que se añade un ingrediente mágico: Se convierte así en el ‘arte’ de contar historias. Una vez incluida la alquimia, podemos comenzar nuestro análisis.
¿A qué nos referimos aquí con ‘arte’? A la capacidad de conectar, de llegar, de transmitir y emocionar. ¿Para qué? Para que el cliente se identifique con nuestra marca o producto y se genere un vínculo que permanezca en su recuerdo.
¿Cómo hacer Storytelling?
El cliente mola
Primer punto a tener en cuenta: El foco es el cliente. Como no todos son iguales ni todos quieren lo mismo, hay que identificarlo para luego conocerlo: ¿Qué necesita? ¿Qué le gusta aunque no lo necesite? ¿Qué le emociona y qué le deja ‘frío’?
Sigue las normas
Tras conocer a nuestro público, debemos seguir una serie de pautas:
- Olvida el producto: No se trata de hablar de él o de nuestra marca. Hay que transmitir emociones. Se dejan de lado las características o propiedades para hablar de experiencias y sensaciones, siempre ajustadas al perfil de tu cliente.
- Se veraz: Aunque la historia sea inventada, no debes traicionar la confianza del público. Se honesto y transparente.
- Se coherente, sobre todo con la imagen y valores de tu marca y el objetivo de comunicación de tu empresa (asegúrate de que forman parte de tu historia).
- Mantén la incertidumbre: Evita los finales previsibles y los personajes anodinos. Despierta la curiosidad al comienzo y al final de la historia.
- Crea un protagonista: Tu público se identificará con él, así que ¡cuídalo! Haz que parezca vulnerable para despertar compasión y el deseo de que le suceda lo mejor.
- No te líes: Quieres ser recordado, y lo más sencillo se comprende antes y se recuerda mejor. No te pases dando información. Inspírate en el cine mudo para aprender a comunicar mucho con muy poco.
- Sé ameno: Con corrección, pero con gracia.

Elige tu tipo de historia
Con estas pautas en la mano, podemos empezar nuestro Storytelling. ¡Creemos una historia! Pero ¿de qué tipo? Las más comunes son:
- De ficción: Evitan tener que contrastar o actualizar hechos reales. Las más efectivas son las que se centran en los sueños inalcanzables de los clientes, que en nuestra historia alguien finalmente consigue. El objetivo suele ser la motivación (al estilo Martin Luther King ‘I had a dream’ –tuve un sueño-) o la reflexión sobre una lección vital.
- Personales: Se cuenta la trayectoria (algo ‘adornada’) de nuestro producto o marca. El atractivo reside en que se trata de una historia de éxito, contada por el protagonista, sus herederos… Si incluye anécdotas personales que nadie conocía antes o momentos difíciles al estilo ‘los ricos también lloran’, más atractivo resultará, siempre que se cuente cómo logró superar esas dificultades y cuál fue el motivo que le llevó a seguir ese camino. Abrir la ‘intimidad’ de las propias vivencias al público ayuda a generar un clima de confianza.
- Carreras de obstáculos: Cuando nos van más las cosas, aplicamos de forma inconsciente (y a veces no tanto) el famoso refrán: mal de muchos… Si nos cuentan problemas peores que los nuestros, sentiremos alivio –no soy el más ‘pringao’-; si además, nos cuentan la historia de alguien que, sin ser gran cosa, logra superar una situación más difícil que la nuestra, entonces, nos situaremos en el ‘si éste puede, yo más’. Se genera confianza y motivación.
- De antihéroes: Son personas que creen ser normales y corrientes, pero resultan ser excepcionales. El enganche de la historia es el autodescubrimiento, porque si ése es un héroe y ni siquiera lo sabía… ¡yo también puedo serlo! Se suele elegir a un prototipo del perfil del cliente, para que el público se identifique fácilmente con él. La historia está relacionada con los valores de la marca, y el desenlace es que el protagonista descubre lo especial que es.
- Historias en territorios de marca: El territorio de una marca es el espacio, situación o momento más propenso para su consumo. Por ejemplo, las vacaciones de verano para la cerveza. Suelen elegirse situaciones agradables para el público (cena alrededor de una hoguera, la playa, una fiesta con los amigos…) para enlazar esa situación con la marca y que el público la recuerde cuando se encuentre allí.
- De miedo: Se advierte a la audiencia de un peligro que reconoce con facilidad, de modo que asumimos sus preocupaciones. Se emplea para campañas de concienciación (tráfico, cambio climático y reciclaje, bajo consumo de agua y energético, etc).
- Universales: Se centran en temas de la literatura universal: la amistad, el amor, el bien y el mal, el engaño… Son cosas que en algún momento acabaremos sintiendo y que por tanto, conectarán con nosotros.
Emociona a tus usuarios
¿Qué van a sentir tus usuarios cuando conozcan tu historia mediante el Storytelling? Para crear una conexión emocional no sólo es necesario contar una historia con los valores de tu marca, si no también conocer a tus usuarios para poder aportarles algo positivo y que realmente les sea de utilidad. Escucha a tu audiencia para poder crear una buena relación con ella 😉
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