
Bienvenidos a la segunda parte de ‘El precio de un sitio web’. En esta ocasión os hablaremos de profesionales con conocimientos en la materia o que también realizan páginas webs como complemento a sus otras funciones. Para que me entendáis, es lo mismo que puede ser en una ferretería donde pueden vender tanto artículos de fontanería, como pintura.
Un profesional puede trabajar en varios campos, al igual que puede especializarse en unos pocos. La problemática que se nos presenta en este caso es la de que ese profesional puede estar haciendo un trabajo como sabe, pero no como debería de ser. (No te preocupes, más adelante lo entenderás mucho mejor).
Este tipo de profesional no implica que sea malo, para nada. Pero puede darnos nuestros sustos en cualquier momento y, si no están formados adecuadamente, pueden dejarnos tirados en la estocada. Cuando se trabaja con alguien que conocemos o nos ofrece una oferta interesante por un bajo coste, siempre hay que buscar «dónde está la trampa» o el por qué de la reducción de precios comparados con las grandes empresas de desarrollo o los estudios pequeños y medios.
¿Y si empezamos a hablar de qué puede ocurrir en estos casos?
A diferencia de nuestro amigo ‘experto’, aquí te tratarán como profesionales que son. Antes de nada, llegaréis a un acuerdo para hacer una página web según el tipo de web que le has indicado en ese anuncio tan llamativo con precios tan económicos. Parecerá todo genial, todo muy ordenado y con la seguridad de una empresa por detrás.
Te dará un contrato para acordar la web, el cual lees atentamente y te da la sensación de que vayas a adquirir una estrella del cielo o un apartamento que se construirá dentro de 40 años. Te suena raro, pero es un contrato normal y corriente de intercambio de servicios por una cantidad de dinero. Parece demasiado serio, puede hasta salir genial.
Empezaréis a hablar de lo que necesita la web y a concretar todos los detalles necesarios que tendrá. Parece que conocen el tema, ya que te dicen que la web estará en un tiempo reducido y te alegras. ¿Quién no quiere que las cosas se hagan de forma rápida? Otra vez te vas con la sensación que todo puede salir a pedir de boca. Ahora podéis empezar a trabajar juntos. Tú tienes tu contrato para que veas que te van a hacer y qué no. Ellos van a trabajar en cuanto le facilites todos los posibles términos.
Hoy será un día estupendo.
Nos han confirmado que han empezado a trabajar en la web. ¡Qué rápidos! Dicen que les ha llegado toda la información para incluir en la web, que ya han empezado a añadirla y que si podemos enviarles fotos e imágenes para incluir, sería genial. En la alegría que vivimos, buscamos en nuestro disco duro todo el material posible que le podemos pasar a nuestra empresa de confianza que acabamos de conocer.
Los periodos cortos del desarrollo web pueden ser de estudio. Hay ciertas webs que se hacen en tiempo récord, ya que comparten elementos y lo único que se tiene que cambiar son los contenidos de la web. Ciertos desarrolladores, dentro de estos rangos de precios tan bajos, deben también de buscar la forma de sacar todo el beneficio posible en la creación de la web.
¿Qué quiere decir esto? Digamos que esta empresa trabaja con WordPress y la forma en la que rebajan, tanto el precio de un sitio web como el tiempo de desarrollo del mismo, es utilizando los magníficos temas gratuitos que existen por Internet. Estos temas se pueden diferenciar en dos problemáticas innecesarias en nuestra web:
Por supuesto que sí, ¡hay temas geniales circulando por la web! Pero si un tema cambia radicalmente, nuestro tema se quedará obsoleto. Y si han puesto las actualizaciones automáticas… ¡PUEDE QUE ALGÚN DÍA SE PIERDA EL DISEÑO! Tampoco vamos a dejar de actualizar los temas, ¿no? ¿NO? Pero espera, ¿eso no está incluido en el precio?
El momento de la verdad llega, porque todo proyecto tarde o temprano acaba. Nos dicen de revisar la página para ver si nos gusta y queda todo bien. Comentan que no pasa nada, que se puede cambiar lo que no nos guste.
Nos han llamado para que nos acerquemos a sus oficinas para que podamos ver la web, enseñando todo lo que han hecho y que se ve bastante bien, la verdad. Le he preguntado por ciertos colores raros que no pertenecen a nuestra empresa y nos dicen que no se pueden quitar, que es así el diseño. Me gusta el rosa fluorescente, pero no pega con una página naranja… ni pertenece a mi imagen corporativa. La web se ve bastante amplia, hay mucho espacio entre las diferentes secciones. Dicen que es para que se vea bien la web en pantallas grandes. Creo que estoy contento, por lo menos se ve bien y no está fallando.
Vuestro contrato ha finalizado satisfactoriamente, sin ningún problema. Todo está correcto y finalizáis todo el papeleo. Tu web está en funcionamiento y no has tenido ninguna preocupación. Demasiado bonito, ¿verdad?
Con el paso de los días, el uso intensivo de nuestra web, los clientes accediendo… nos dicen cosas sobre las cuales nosotros no teníamos ni idea. A veces falla en el móvil y cargan colores raros. Los formularios aparecen mensajes en inglés y nosotros solo tenemos la web en español… Hay hasta veces en los que nuestra web tarda muchísimo en cargar.
Por supuesto, nos hemos puesto en contacto con nuestro profesional y nos dice que eso es puntual, que no se puede arreglar. Los fallos son fallos y suceden, no se puede arreglar. No, no, no, no. Parece que es fácil utilizar esa palabra. Al final desistes porque son muchas trabas. Te dice de arreglarte la situación, pero siempre se queda sin arreglar. Te comenta que eso son cosas que están fuera del contrato del apartamento en construcción… perdón, sitio web. Y otra vez estás en el mismo proceso.
O puede que haya salido todo bien, son profesionales en la materia. ¡Todo puede pasar!
Entendemos que no todo el mundo sabe administrar una web, ¿pero acaso no son ellos dueños de sus sueños y proyectos? ¿Acaso un robot de cocina no viene con sus instrucciones de uso y diferentes ayudas para que utilices algo que has comprado? ¿Sabes que en Baética Digital nos preocupamos de grabar videotutoriales explicativos para que veas visualmente cómo manejar tu web una vez publicada?
¿No lo sabías? ¡No te preocupes! Te escuchamos. ¿Qué te parece si hablamos de tu proyecto? Contacta con nosotros en hola@baeticadigital.com y vamos a descubrir qué necesitas realmente, sin temas gratuitos y con lo que tú necesitas.