
Si alguna vez has sentido que no estabas avanzando en tu proyecto, que, a pesar de que pasa el tiempo, sigues viendo tus objetivos muy lejanos, o simplemente no sabes cómo saber lo productivo/a que estás siendo con tus logros y quieres empezar a contabilizarlos, pero tampoco sabes cuál es la mejor manera de hacerlo… Para ayudarte a todo esto, quiero hablarte de los objetivos SMART 🙂
Para poder alcanzar una meta, tenemos que crear ciertos objetivos que nos ayudarán a alcanzarla. Esto es, muchas veces, la raíz del problema, ya que si los objetivos no están bien definidos, nos estamos entorpeciendo desde el principio. Y, lo más lógico es que nos surjan dudas como:
Don’t worry! Cuando acabes de leer el post entero, habrás resulto estas dudas. (Aunque lo más probable es que sigas teniendo muchas otras, pues como realmente vamos a aprender es poniéndolo en práctica 😉 ).
Dicho lo cual, ¿cómo deben ser entonces estos objetivos para que puedan ser realmente útiles? ¡Vamos con los Objetivos SMART!
El acrónimo SMART significa «inteligente» en español, y es un término muy acertado, pues hace referencia a una metodología que nos ayuda a recordar los aspectos clave e indispensables a la hora crear objetivos para cumplir una meta en específica. Cada letra da sentido a una característica diferente y, cada una de ellas, debe estar en nuestros objetivos para poder llegar a nuestra meta de la manera más inteligente, como bien dice la palabra. Estas características son:
Específico. El objetivo tiene que ser concreto, claro y simple. Intenta dejar lo menos posible a la improvisación para poder focalizarte mejor en lo que quieres conseguir.
Una buena manera de hacer que tus objetivos sean lo más específicos posibles, es respondiéndote a ti mismo/a a ciertas preguntas como:
¡Pero no sólo estas! En definitiva, la idea es que detalles todo cuanto puedas sobre tu objetivo.
Por cierto, si aún no terminas de entender la idea, más adelante vas a ver las diferencias más claras con ejemplos de objetivos SMART, ¡así que no te preocupes!
Medible. Medir es vital. Si no puedes medir tu progreso, nunca sabrás el camino real que has avanzado ni el que te queda por avanzar. ¡Ahora quiero que estés atento/a a estas ideas!
1. ¿De qué manera puedo medir mi progreso?
Haciendo que tu objetivo sea cuantificable. La idea es marcarte un objetivo con cantidades exactas, porcentajes, números, etc.
2. ¿Cómo sé qué tengo que medir exactamente?
Definiendo los KPIs de tu proyecto en base a tus objetivos.
3. ¿Qué es esto de los KPIs?
Los KPIs (Key Performance Indicator) son indicadores clave de desempeño (de los que hablaremos en un post más adelante) que nos servirán para analizar el rendimiento y rentabilidad de nuestras acciones.
4. Pero no cualquier métrica nos vale, y ahí está el punto clave.
Si los KPIs fuesen cualquier métrica, ¿por qué sería necesario llamarlas de otra manera? Porque no son sólo métricas, si no que son esas métricas en concreto que van a hacernos saber si estamos creciendo en lo que nos hemos propuesto conseguir.
5. Todas las KPIs son métricas, pero no todas las métricas son KPIs.
Y es por ello por lo que tenemos que definirlas, pues no podemos fijarnos en todas las métricas existentes que podamos sacar de nuestro proyecto. Ni todas van a ser útiles ni todas nos van a servir para conocer la rentabilidad del mismo.
Alcanzable. Hacer razonable la meta es lo que va a convertirla en alcanzable. Tener en cuenta estos factores puede ayudarte a serlo:
Esto no quiere decir que no seas ambicioso/a, ni mucho menos. Pero es muy importante tener una visión realista para saber si es posible llevarlo a cabo o no.
Relevante/Realista. Preguntarte a ti mismo si los objetivos individuales que te marques son relevantes o no para conseguir el objetivo final. ¿De qué forma lo sabemos? Es más sencillo si nos hacemos estas preguntas:
Acotado en el tiempo. El tiempo límite marcado para cumplir un objetivo es una parte muy importante para conseguirlo. Al fijar una fecha límite, nos ayudará en muchos aspectos:
Aumentar los suscriptores de nuestra newsletter en un 50% (de 2.000 a 2.500) en un plazo de 30 días con el fin de aumentar las visitas a nuestra web, publicando el doble de post que publicábamos el mes anterior.
Aumentar el tráfico de nuestra web en un 60% (de 1.0o0 a 1.600 visitas al mes) en un plazo de 60 días, ofreciendo un nuevo servicio gracias a un nuevo integrante en el equipo, con el fin de conseguir más posibilidades de venta.
Aumentar los leads conseguidos en un 40% con respecto al mes anterior (de 500 a 700) gracias a una nueva campaña que se realizará en Redes Sociales durante 30 días, con el objetivo de aumentar las ventas de un producto que se lanzó el mes pasado.
Ahora toca poner en marcha tu nuevo proyecto o la mejora del mismo si ya tienes uno, ¡seguro que ahora te resultará más sencillo ver los avances! Poniendo en práctica todos estos pasos para marcarte tus objetivos, aprenderás cada vez más sobre qué es lo que funciona y cómo funciona mejor en tu negocio, empresa o incluso en tus objetivos personales.
En cada uno de ellos, puedes ser lo específico que quieras, mientras no te olvides de serlo y cumpla con cada una de sus características para que sea un objetivo SMART.
¡Es hora de cumplir tus objetivos! 🙂