

En una encuesta realizada por Ipsos para Greenpeace, puede verse que el cambio climático es la principal preocupación medioambiental para un 55,8% de los ciudadanos. Y es que el cambio climático influye en factores fundamentales como el aumento de la temperatura y la elevación del nivel del mar.
Para paliar estos efectos, en diciembre de 2015 se firmó el acuerdo de París, considerado el primer acuerdo vinculante a nivel mundial sobre el clima, y que fue acogido por 195 países.
Ese acuerdo pone el límite del calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados. Para lograrlo, se desarrollan una serie de políticas energéticas sostenibles que afectan a las empresas.
También los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 13) de las Naciones Unidas, en vigor desde enero de 2016, insta a las empresas y a la sociedad en general a adoptar medidas contra el cambio climático y sus efectos, y apuesta por las energías limpias, la preservación de los ecosistemas y el consumo responsable.
La organización sin ánimo de lucro Carbon Disclosure Project mide el compromiso de las grandes empresas con el medio ambiente. El Dow Jones Sustainability Index es un índice internacional que evalúa a las empresas bajo criterios medioambientales.
Las empresas juegan un papel fundamental en la reducción del cambio climático, ya que sus actividades influyen en el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero.
Por ello, las compañías se comprometen a llevar a cabo estrategias para la reducción de emisiones y la consecución de una economía baja en carbono. También pueden contribuir a fomentar la eficiencia energética en la sociedad.
El sector eléctrico se ve muy influido por el cambio climático, con empresas como:
Enagás trabaja por el uso eficiente del gas natural, en el desplazamiento de los combustibles más contaminantes y en la implantación de energías renovables y de biogás.
Desde empresas como Nestlé se admite que la ganadería influye en el cambio climático, y trabaja en la reducción de emisiones directas e indirectas en sus fábricas españolas y en la preservación de los recursos naturales mediante la reducción del impacto en el planeta.
En Grupo Calvo, quieren hacer las cosas mejor, y por eso, trabajan en el diseño de unos objetivos públicos de compromiso responsable con un horizonte de cumplimiento a 2025 en tres grandes áreas: océanos, medioambiente y personas.
El Grupo Gestamp apuesta por introducir el Cambio Climático dentro de la estrategia del negocio.
Henkel se anticipó a los acuerdos internacionales y trabaja desde 2010 en su estrategia de sostenibilidad. Ha adaptado su sistema de reporting a los ODS, para hacer un seguimiento de su aportación y evolución.
Las empresas se inclinan por la reducción de la huella de carbono. Según la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI), es necesaria una financiación de 60 billones de dólares hasta 2050 para avanzar hacia una economía baja en carbono.
El estudio SMARTer2030 indica que el sector puede alcanzar una reducción del 20% en emisiones de CO2 para 2030. Telefónica busca la reducción de combustible, el uso de energías renovables y la eficiencia energética, y apoya la transformación digital del modelo económico a nivel mundial.
Vodafone cuenta con su Marco Estratégico de Empresa Sostenible, donde recoge el desarrollo de soluciones de teleco innovadoras relacionadas con la energía que faciliten la reducción del consumo energético y la emisión de gases de efecto invernadero.
Leroy Merlin apuesta por la educación y la concienciación para el desarrollo de prácticas sostenibles, con productos y formación a los ciudadanos.
En Coca-cola apuestan por extender sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en un 35% a toda la cadena de valor, involucrando a proveedores y clientes en la acción por el clima.
Como se puede ver, las empresas se implican cada vez más en dicha causa medioambiental. Y no es de extrañar, pues, al fin y al cabo, la implicación pública que tenga cada marca es un un impulso para la misma. Lo que es, al mismo tiempo, una oportunidad para aprovechar esta responsabilidad social y “limpien” conciencias en muchas estrategias de marketing.
Independientemente de esto, es un paso muy importante que las marcas creen el cambio en sus hábitos y visibilicen de esta forma el problema.
Y tú, ¿qué opinas sobre este tema? ¿Cómo crees que afecta el cambio climático a la imagen corporativa de las marcas más sonadas en la actualidad?