
No cabe duda de que la ilustración está en auge. Desde hace unos años hasta ahora, su uso en todos los medios de comunicación va en aumento de forma exponencial. En muchas campañas de publicidad vemos incluso cómo la propia imagen de marca se presenta a modo de ilustración, cosa que hace poco tiempo, se veía en raras ocasiones.
Las compañías utilizan el dibujo, la pintura, etc. como una herramienta más para presentar su producto. Estampados en la industria textil, iconos en señalización menos rígidos que en los 80’, paredes de establecimientos públicos con murales pintados a mano… ¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué ha cambiado?
Ésta, ya sea a través de la fotografía, ilustración, pintura… nos influye para conectar con la realidad que nos rodea, y nos ayuda a relacionarnos con ella.
De aquí la importancia de la imagen. La labor educativa y su característica influencia en nuestro comportamiento, no sólo como consumidores, sino a todos los niveles de la vida, es indudable.
Por medio de la imagen, en este caso de la ilustración, atraemos toda la atención del público en un único golpe de vista, no supone ningún esfuerzo y es de carácter inmediato. La observación de una imagen se nos mete en la retina en cuestión de 1 segundo, no necesitamos pararnos a leer una descripción del producto que se nos presenta, de esta forma vemos y comprendemos.
En medio de esa vorágine de imágenes con las que somos bombardeados día a día, destacaremos por la originalidad de nuestras propuestas, que será la clave para conectar con nuestro público.
Tendremos que adaptarnos a los continuos cambios que se producen. Acontecimientos, modas, gustos… lo visual no es fijo, sino que se va modificando con el tiempo y se adapta al modo de vida de un momento determinado.
Hoy el diseño pone atención al tema que está en auge en la calle, de lo que se habla y preocupa al público, y se aprovechan de esa información para “envolver” su producto.
Tomemos el ejemplo de lo “healthy”, cada vez son más los establecimientos que ofrecen comida sana, por consiguiente, su imagen de marca tendrá que ser consecuente con lo que ofrece, la preocupación por la salud de las personas. El uso del verde, de la madera, de elementos naturales, de una tipografía determinada “hand made”, las etiquetas de sus bolsas de papel con una ilustración estampada, serán la llave que les lleve a acercarse a su público.
El uso de nuevas tecnologías, siempre en constante evolución, al alcance de todo tipo de público, hace que las imágenes proporcionen una información que el consumidor solicita de manera inmediata, clara e impactante. La utilización de apps para que te ayuden en tu día a día es más que evidente.
Hay aplicaciones para todo: llevarte la agenda del día, ponerte la música que más te gusta, ayudarte en la compra… todo, de una forma muy visual y sencilla, para que su uso sea eficaz y quedes satisfecho con el resultado.
La imagen sustituye de manera visual, e incluso a veces más comprensible, el rol del texto. En un único golpe de vista nos da toda la información que queremos tener.
La ilustración apoya a la palabra y se complementan.
La ilustración se vuelve asociación de imagen con un concepto.
La ilustración interpreta el valor de la empresa. Cuando la oferta es de servicios, la ilustración se convierte en una herramienta especialmente útil puesto que sustituye a la imagen de producto.
El éxito actual de la ilustración se comprende porque la narrativa visual apela a los sentimientos, busca emocionar, y tenemos una percepción de ilustración como algo hecho a mano, más cercano, más amable, que el uso de una fotografía. Es la yuxtaposición a la imagen fría que teníamos de la tecnología. La ilustración y los avances tecnológicos se han encontrado y se dan la mano para ofrecernos su cara más humana.
La ilustración nos narra una situación, nos está contando una historia. Tiene carácter universal, llega a todo tipo de público. Si nos presenta un personaje, éste no tiene una identidad real, si es un paisaje no es un paraje real, si es una oficina, ésta puede ser cualquier centro de trabajo… Y dentro de ese carácter universal queda perfectamente claro el mensaje que queremos enviar al público.
Conseguiremos atraer la atención del espectador con unos códigos complejos, tales como el uso de colores adecuados, formas interesantes, la colocación de los elementos en el plano, y por supuesto, el estudio del público al que queremos llegar con nuestra acción.
Por lo tanto, tenemos que tener en cuenta que:
Si quieres ver más ejemplos de cómo usamos la ilustración a la hora de desarrollar una imagen de marca, pincha en el siguiente enlace y verás trabajos reales: Ver trabajos de Branding.