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Diseño de Guión instruccional de eLearning

El guión instruccional es la herramienta que te permite organizar el contenido. Debe ser creado dando respuesta a estas preguntas:

  • ¿Qué quieres contar?
  • ¿A quién quieres contárselo?
  • ¿Cómo quieres contarlo?
  • ¿Para qué?
  • ¿Cómo organizarlo y darle estructura?
  • ¿Cómo ayudar al alumno a comprenderlo, asimilarlo, recordarlo y emplearlo en situaciones diferentes en la práctica?
  • ¿Qué debe ocurrir en cada pantalla para conseguirlo?
CONTENIDO

La estructura del curso

1. De lo general a lo particular

A la hora de estructurar el contenido, lo más efectivo es ir de lo general a lo particular, en aproximaciones sucesivas de dificultad, para que lo más general y sencillo vaya primero, y lo más complejo y concreto, después.

2. Divide en niveles

Te aconsejamos crear cursos que puedan ser subdivididos por niveles: básico, medio, avanzado. No todos los alumnos tienen interés en llegar a saberlo todo, ni todos comienzan con el mismo nivel de conocimiento. Permite que el alumno pueda elegir dónde empezar y hasta dónde llegar.

3. Reutiliza el conocimiento

Crea unidades mínimas de conocimiento que puedas reutilizar en varios cursos. Por ejemplo: una unidad sobre conceptos básicos de marketing digital puede ser utilizada en un curso para community managers y en otro para comerciales que quieren reciclarse al mundo online.

4. Unidades independientes

Cierra cada unidad para que pueda ser movida de sitio o ubicada en varios cursos sin depender de otras unidades. Evita frases como “tal y como se indicaba en la unidad anterior” o referencias al contenido de otras unidades.

Los contenidos que puedes encontrar en un guión instruccional

Lo normal en un guión instruccional es mostrar en la zona principal lo que va a verse en cada pantalla del curso y al margen las indicaciones para el maquetador, diseñador o programador.

  • A la hora de decidir cómo presentar el contenido, las repeticiones, los ejemplos, las tareas prácticas y la muestra visual de lo que se aprende ayudan a asimilar lo aprendido.
  • Pon resúmenes de lo explicado al final de cada unidad para ayudar a recordar.
  • Añade autoevaluaciones para ayudar al alumno a saber si ha asimilado bien el contenido. Fíjate en lo importante, en lo que realmente debe recordar, a la hora de seleccionar las preguntas, y da feedback de respuesta para que comprenda por qué han respondido mal y dónde encontrar la respuesta correcta en el contenido del curso.
  • Emplea ejemplos que resulten cercanos a tu público objetivo. Si vas a dirigirte a directivos de empresas industriales, tus ejemplos no serán los mismos que si te diriges a profesores de instituto. Procura que sean ejemplos alejados de las noticias de actualidad, para que no queden obsoletos pronto.
  • La redacción también es fundamental. Deben emplearse frases cortas, con un concepto por frase. Hay que evitar subordinadas complejas y párrafos de texto eternos.
  • Piensa que la formación online puede ser impartida en forma de autoestudio, sin tutor online. Escribe para que todo, todo, se entienda bien sin necesidad de explicaciones adicionales.
  • Evita “meter paja”: Ve a lo concreto, elimina lo que no es necesario. El alumno suele contar con poco tiempo para aprender y quiere “ir al grano”.

Los formatos

Si lo puedes contar con una imagen, se entenderá mejor que sólo con palabras.

  • Emplea infografías, gráficos y esquemas. No tienen por qué ser animados. De hecho, el exceso de animación en una pantalla cansa al alumno, distrae su atención y perjudica el aprendizaje.
  • Pon en tu equipo a un diseñador que te ayude a crear estas ilustraciones e imágenes. Un mal acompañamiento gráfico hace decaer mucho la calidad del curso.
  • A la hora de elegir el diseño, debes contar con el libro de estilo de tu cliente para adaptarlo al máximo. Si quieres crear un curso de marca blanca para venderlo a varios clientes distintos, emplea colores neutros que puedan encajar en cualquier tipo de entorno o plataforma.
  • Evita incluir textos dentro de imágenes. Si tienes que traducir tu curso a varios idiomas, tendrás que contar con el diseñador para rehacer la imagen en cada idioma. Además, ten en cuenta que no todos los textos son igual de largos en todos los idiomas y no ocupan lo mismo.
  • Si necesitas contar un proceso mecánico, utiliza vídeo, con alguien realizando el proceso paso a paso (procura no superar en ningún caso los dos minutos por vídeo).
  • En el caso de que sea un proceso conceptual, emplea infografías que demarquen bien cada paso del proceso.
  • Si es un proceso en una herramienta online, crea una pequeña simulación.
  • Todos estos elementos se pueden “incrustar” en la pantalla del curso y dejar que el alumno las vea a su propio ritmo, repitiéndolas si lo considera necesario. En función del presupuesto disponible, podrás decidir cuántos de estos elementos quieres incluir por unidad.
  • Las herramientas de autor actuales permiten añadir vídeo, imagen, ilustración, animaciones, interacciones y textos fijos o en movimiento. Si estás comenzando con ellas, no te dejes deslumbrar. El error del principiante es llenar una página con un montón de cosas que se mueven y que no ayudan nada a centrarse en lo importante: El contenido.

En conclusión

Como has visto, la formación online necesita lo mismo que cualquier otro tipo de producto: organización y planificación. En Baética contamos con un equipo de profesionales que te ayudarán a obtener el mejor resultado.

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