
Puede que ya hayas escuchado este término, Growth Hacking, si estás alrededor del mundo del Marketing. Pero si aún no te ha quedado muy claro de qué se trata, por qué funciona o cuáles son los pasos para llevarlo a cabo, ¡vamos a contártelo!
El Growth Hacking es un conjunto de técnicas que tienen por objetivo crecer rápidamente en tu empresa, ya sea en usuarios, ingresos o impactos según tu objetivo, y con un mínimo gasto y esfuerzo posible.
Podemos deducir que, si el Growth Hacking busca crecer con el menor gasto y esfuerzo, uno de los sectores que más probabilidades tiene de llevar a cabo estas técnicas son las startups, ya que, normalmente, no suelen disponer de grandes recursos financieros en sus comienzos pero al menos tiempo buscan crecer con pocos recursos.
«Pero, entonces, ¿sólo es aplicable a empresas que acaban de empezar en el mercado o empresas pequeñas?» Para nada. Estas técnicas puedan aplicarse a tu propio negocio sin importar el tamaño del mismo. Y una de las cuestiones que nos vienen a la cabeza es: ¿Quién puede realizar esta labor?
A pesar de que no exista como tal una formación específica para ser «Growth Hacker», es evidente que se necesitan ciertos conocimientos y aptitudes para aplicar estas estrategias, como son:
Así como ser una persona creativa, curiosa, analítica, flexible, con ganas de innovar, investigar y actualizarse a la última en tecnología.
Partiendo de que ya tendremos analizado el mercado, la competencia y a nuestro público objetivo, no sólo vale con vender tu servicio o producto de manera original y creativa. Lo que estés ofreciendo tiene que ser capaz de solucionar algún tipo de necesidad de tu buyer persona. Por mucho que promocionemos algo, no tenemos por qué conseguir que funcione si nadie lo necesita.
Una vez que nuestro servicio o producto ya esté en el mercado, nos toca analizar el comportamiento dentro de él y de nuestros potenciales consumidores. Esto nos ayudará también a forjar el camino de nuestro público para llegar hasta nosotros de la mejor manera.
¿Cómo analizamos esta situación? Podemos usar el ya conocido «funnel de conversión«. Este embudo será distinto en base a nuestro negocio, pero el objetivo es básicamente poder crear una especie de mapa de comportamiento de nuestros usuarios.
Conseguir el crecimiento es un objetivo general pero para nada definido. Para poder llegar hasta él, antes tenemos que definir objetivos que sean más realistas, específicos, medibles, alcanzables y con un tiempo límite para cumplirlos, es decir, lo que se llaman objetivos SMART (de lo que hablaremos en futuros posts) y que nos llevaran poco a poco hasta el objetivo final.
Está más que demostrado que, cuando podemos ver cómo llegamos a nuestra próxima meta (un objetivo específico) es mucho más probable que lo consigamos porque se hace alcanzable para nosotros, mientras que si el objetivo es muy lejano y nos lleva un tiempo a largo plazo (objetivo general) no solemos tener claro cómo avanzar y se acaba dispersando.
Por ejemplo:
Sin análisis, los objetivos pierden el sentido, pues ¿para qué queremos un objetivo si no sabemos cuándo hemos llegado hasta él? ¿Y cómo lo sabemos? Midiendo y analizando los resultados. No sólo vale con extraer los datos, también tenemos que saber interpretarlos. Y una vez los interpretemos, podemos hacer pruebas mediante tests A/B para comprobar con qué conseguimos un mayor número de conversiones y, por tanto, qué prefiere el público.
Si no obtienes muy buenos resultados al principio, ¡no te preocupes! Los comienzos suelen ser difíciles, sólo tienes que tener paciencia y estar atento/a. Tampoco tengas miedo a experimentar. Hasta lo más insignificante puede macar la diferencia. Recuerda que esto también te sirve para conocer qué prefiere tu público, por lo que es necesario experimentar para poder saberlo.
Gracias a ello, no sólo forjaremos el perfil de nuestro buyer persona conociendo cada vez mejor cuáles son sus intereses, si no que nos ayudará a escalar nuestros objetivos y aumentar la conversión.
Estas son algunas de las herramientas que puedes usar para medir:
1. Google Analytics
2. Open Web Analytics
3. Sistrix
4. Matomo
5. Semrush
No podemos olvidarnos de la esencia del Growth Hacking, que es buscar soluciones con el menor gasto y esfuerzo posible. Teniendo esto en mente, podemos utilizar técnicas y estrategias de marketing fuera de lo tradicional que llevaría mucho dinero. Usaremos otras opciones como:
Estos son solo algunos ejemplos de empresas que comenzaron siendo nada y que, hoy en día, es casi imposible imaginarnos sin ellas.
¿Qué te parece el Growth Hacking? ¿Lo conocías? ¿Has aprendido algo nuevo? Puede ser lo que estabas buscando si estás comenzando o incluso si quieres probar otras técnicas para tu negocio.
Si quieres aprender aún más sobre este tema, te invito a que conozcas GrowthHackersTV y GrowthHackers.com.
¿Empezamos con el Growth Hacking? 😉