
Christopher Wylie, este joven científico de 28 años, ha confirmado cómo la empresa Cambridge Analytica para la que trabajaba, construyó una herramienta para Facebook que ayudó, probablemente, a que Trump ganara las elecciones de 2016. ¿Cómo una aplicación web puede hacer esto posible?
Wylie ha relatado cómo Facebook juega un papel fundamental en todo ésto. Ha desvelado cómo obtuvieron de forma poco ilícita, más de 50 millones de perfiles para acabar configurando perfiles psicológicos con los que poder realizar las campañas políticas, diseñadas de forma personalizada para cada individuo.
Tan sólo una docena de likes es lo que necesita Facebook para que una serie de algoritmos sean capaces de saber todo sobre ti, como por ejemplo: tu sexo, religión, alimentos favoritos, relaciones… o incluso, tus afiliaciones políticas.
Gracias a los documentos filtrados de Cambridge Analytica, se ha podido comprobar cómo influye Facebook en todo esto. Y demuestran, cómo esta empresa, logró dar al partido de Trump una poderosa herramienta que fue vital para que ganara las elecciones en 2016.
Toda esta información ha aparecido en el diario británico The Guardian. Se demuestra cómo operó esta empresa y como influyó en la opinión de la gente, a través de diferentes campañas políticas difundidas por la citada red social, dirigidas de una forma casi personal a cada votante.
Christopher Wylie fue diagnosticado de trastorno por déficit de atención con hiperactividad y dislexia. Dejó el colegio a los 16. Empezó a trabajar para partidos políticos, utilizando la ingeniería de datos para dirigir mejor las campañas. A los 19, aprendió a programar de forma autodidacta y estudió Derecho en London School of Economics.
En 2007, Michal Kosinski y David Stillwell, dos psicólogos del Pyschometrics Centre de la Universidad de Cambridge, desarrollaron una aplicación para Facebook que lograba obtener un resumen de la personalidad del usuario. Los usuarios, sólo tenían que asignar permisos a la aplicación para recolectar de forma anónima la información almacenada en sus perfiles de Facebook. A través de esta aplicación, lograron hacerse con la información de más de 6 millones de cuentas.
Wylie vio, cómo esa aplicación podía tener un mayor impacto del que pensaban quienes la crearon. Descubrió, tras analizar los datos, que el partido para el que trabajaba perdería más de la mitad de los 57 escaños que tenían. Tras una reunión, lo tacharon de pesimista y descartaron su estudio. Pero, en las siguientes elecciones, bajaron de esos 57 escaños a tan solo 8.
Wylie, gracias a un conocido en el partido, empezó a trabajar para SCL Elections, dirigida por Alexander Nix. Esta empresa estaba especializada en las llamadas «operaciones psicológicas», cuyo objetivo era el de hacer cambiar de opinión a la gente mediante el dominio informativo. Un conjunto de técnicas, entre las que se encontraban: la difusión de rumores, desinformación y noticias falsas.
En 2013, Wylie conoció a Steve Bannon, editor en aquel entonces de Breitbart, un diario online sobre política. Alineado con la derecha europea y la derecha alternativa estadounidense, con un conjunto de ideologías de derecha y extrema derecha.
Bannon, quedó encandilado con las ideas de Nix y Wylie sobre todas las posibilidades que puede ofrecer la recolección masiva de datos y acabó convenciendo al multimillonario Robert Mercer, un habitual partidario y donante de la campaña republicana, de lo importante que esto podía ser para las elecciones.
A través de estas conversaciones, acabó surgiendo la empresa Cambridge Analytica. Ésta, terminó recibiendo una inversión de 15 millones de dólares con un objetivo muy claro: influir en la población estadounidense de la forma que Mercer quisiera, ayudando al partido republicano a ganar las elecciones poco después.
Para este fin, Wylie necesitaba muchos datos, para ello contactó con un psicólogo llamado Alexandr Kogan. Kogan creó una empresa llamada Global Science Research para recabar los datos de los usuarios. En ésta empresa, Cambridge Analytica invirtió 7 millones de dólares, de los cuales 1 millón fue para recopilar información de los perfiles de Facebook.
Kogan pagó campañas de publicidad en Facebook para que los usuarios realizaran un test de personalidad con una nueva aplicación. Dicha aplicación pedía permisos para acceder tanto a sus perfiles (y ahora viene lo bueno) como a los de sus contactos. Kogan consiguió más de 300.000 perfiles de usuarios «principales”. Cada usuario tenía una media de 150 contactos, cuyos perfiles sin que tuvieran idea, también estaban disponibles para Kogan.
En apenas 2 meses, la empresa contaba ya con más de 50 millones de perfiles de Facebook. Dando como resultado modelos y algoritmos con los que lanzar campañas electorales específicas para cada usuario.
Ahora, gracias a la nueva ley europea de protección de datos GDPR, estos métodos de obtención de información de forma ilícita será mucho más complicados de realizar.
¿Qué opinas sobre los métodos de Facebook Analytica? ¿Crees que Trump llego al poder con el uso de estos datos?