
¡¡Gracias!! Si, si, es a ti. Muchas gracias. Gracias por leer este post sobre el poder de la infografía. Sabemos lo complicado que es hoy en día que alguien dedique unos minutos de su tiempo en leer textos sin apenas aliño gráfico.
Son muchos los mensajes que nuestro cerebro recibe diariamente. Por eso, si nosotros queremos comunicar algo debemos hacer que sea muy visual y fácil de interpretar. Además, el consumo extendido de información desde dispositivos móviles, hace que la información mejor recibida sea la que tiene una información concisa y que viene acompañada de cifras impactantes. Para ayudarnos en está (no sencilla) tarea, están las infografías.
Nigel Holmes es uno de los infografistas más prestigiosos del mundo. El dijo sobre la infografía que «hace entendibles los número, los procesos y los hechos». Si tuviéramos que explicar a alguien qué es una rueda, sin lugar a dudas la forma más rápida y sencilla de hacerlo sería hacerle un sencillo dibujo y como mucho añadirles unas flechas para explicar el movimiento. ¿O no? ¿Y porque no aplicarlo a nuestras comunicaciones?
Está claro que no todas las cosas se explican tan fácilmente como una rueda pero después de ver algunos de los gráficos que aparecen en el libro Information is Beautiful de David McCandless, en donde vemos gráficos de temas tan dispares como el ciclo del dióxido de carbono, tipos de vello facial, o sobre los nombres femeninos más populares, nos damos cuenta que prácticamente todo se puede representar infográficamente.
A la hora de generar los contenidos tendrás que tener en cuenta:
Además considera las ventajas para tu empresa:
Nuestra experiencia con las infográfias ha sido muy buena, la infografía que hicimos para el British Council se hizo muy viral y fue compartida por cerca de un millón de personas!!!!!
Con todo esto yo creo que tenemos muchas razones por las que animarnos a “Infografiar” esos datos que tenemos de nuestra empresa que son repartidos de vez en cuando en las reuniones, pero que luego acaban en el cajón de los pdfs perdidos…. O no?