
El email marketing sigue siendo, a día de hoy, una de las mejores acciones de marketing online que puedes llevar a cabo e implementar dentro de tu estrategia de marca.
Hay quien conozca tu marca a través de tu web o que haya llegado a ella por un anuncio y que de ahí (es lo más habitual), se haya suscrito a tu lista de correo y reciba, cada vez que haces un envío, un email de tu marca. En el mail incluirás el último producto o servicio, o incluso post de blog que hayas escrito y publicado. Ese es el contenido pero, jamás, y menos en marketing y comunicación, debes olvidar la forma.
En este caso, la forma es el diseño de tu mailing que debe corresponder a la perfección con los criterios de branding que tenga desarrollado tu marca. Debe ser un fiel reflejo de lo mismo que el cliente encontrará si va a tu web, a tus redes sociales o cualquier otro soporte de tu enseña. El email marketing suele ayudar de una forma descomunal a ganar leads cualificados (de los que compran y realizan acciones) por lo que es fundamental que todo se corresponda con la imagen de marca que tienes estipulada.
La base es que todo tenga coherencia. Si tu estética de marca es sobria, limpia, elegante y así lo transmiten tus canales (web, redes, blog), no puedes diseñar emails que “se caigan” de cosas colgando por todas partes. No es nada acorde ni está alineado y si alguien recibe ese email, no lo va a relacionar con tu marca, no sabrá a qué corresponde y lo más seguro, es que termine dándose de baja.
Igualmente, si tu marca tiene mucho color, si la web tiene mucha imagen, mucho fondo… No vayas a hacer un mailing minimalista alejado totalmente del resto de piezas. Volveremos a la misma incoherencia que antes comentaba.
Todo, alineado y para esto, lo más fácil es pensar en un hilo conductor o mejor dicho, pensar que el mail es una página más de tu web. Así te será más fácil estructurarlo de la misma manera.
Ni que decir tiene que el color es fundamental (ya lo decíamos hace unos días nuestro artículo. Tienes un Manual de Identidad Corporativa y has invertido en él así que, por favor, ¡úsalo! Úsalo siempre. No dejes al azar esto de los colores ni te pongas creativo ahora por ser verano. No incluyas colores que no tienen por qué estar. Tus colores son los que son y tienen que estar porque así se marcó en el Manual de Identidad. Dejemos la imaginación quieta y centrémonos en los colores que tenemos claros que nos identifican y que son de nuestra marca y apliquémoslos a todos nuestros mailings. Así, será todo un éxito y además, es más fácil y sencillo.
Debes tener colores determinados para las líneas de separación, para el texto y por supuesto, para los botones de Call to Action. Si esto no está contemplado en tu manual de identidad corporativa, pide a la agencia o persona que lo hiciera, que lo incluya porque es fundamental y deben ser de un color diferente.
Y para terminar pero no menos importante: La tipografía. No experimentes aquí tampoco. Tienes tipografías para titulares, subtítulos, párrafos… usa estas reglas también por favor. No por ser un mailing tiene ahora que cambiar de tipografía y hacer inventos extraños. Todo debe ir en coherencia.
Así que, lo más recomendable, es que hagas email marketing, con orden, con lógica y como siempre, con estrategia pero que además, tengas en cuenta todas las reglas de branding de tu marca para que sea una herramienta muy potente.